Dieguito querido:
Perdón por la demora, anduve medio ocupado. Acá va mi respuesta. Sé muy bien que tu personaje es un poco ese y me lo banco. De hecho,me hace mucha gracia. En realidad, sólo quería señalarte que la Argentina no estan mala como la pensás; o al menos, que ni vos ni yo somos de los que la sufrimos realmente. Quizás sea un tema de expectativas; a mi, por ahora, me alcanza lo que el país me ha dado, que no es poco. Pero vale la pena ahondar en la discusión. En este querido país – y eso que de patriota no tengo nada-, por ejemplo, pude ir a la facultad sin pagar un peso por ello, tengo un trabajo y ciertas posibilidades de desarrollarme profesionalmente. Me dan mucha pena muchas cosas que pasan acá, pero eso no me coloca en una vereda que mira con superación la situación latinoamericana desde el continente misterioso en que vivís ahora. De hecho, creo sinceramente que Latinoamérica en general ha mejorado en diversos aspectos durante los últimos años.
Yo no discuto que en otros países se vive mejor, sería muy necio, pues ni siquiera los conozco. Pero valoro otras cosas que, a veces, me parece que no mirás. Cada vez que entro a tu blog, veo que tenés algo que criticar de la Argentina y jamás tenés algo bueno que decir. Eso es algo que mesorprende mucho de una persona tan inteligente como vos, pues no termino de compartir que sólo lo coyuntural ensombrece cualquier virtud o característica al menos “semivirtuosa”de estas tierras. Estoy seguro que en Australia se vive mejor –en términos coyunturales-; tampoco creo que Buenos Aires sea más cómoda que Vancouver. Pero es nuestra Ciudad, es nuestro país, donde está nuestra gente, con miles y miles de diferencias. No termino de entender cómo te sentís más lejos de los argentinos que de los australianos; y no hablo solamente de los amigos; sino de los argentinos en general. No comparto tu desinterés en que mejore, ni tu tesis sobre el empeoramiento constante. Y bien sabés que no soy un tipo optimista por definición. De hecho, vos sos mucho más optimista que yo, pero en este terreno sos terriblemente pesimista y hasta parece que te divierte que esto sea una mierda; porque lograste diferenciarte al haber salido de aquí.
Diego querido, vos sabés que buena parte de mi familia vive en Europa y no de ahora, sino desde hace muchos años y jamás los escuché despotricar contra la Argentina. Al contrario, los he notado preocupados, esperanzados, interesados e informados. Sus análisis comparativos exceden siempre lo coyuntural, pues su cariño por este país suele superar una mirada tan agnóstica como la que vos propones. Aún cuando siguen eligiendo vivir afuera, miran con muchísimo cariño a este país. Eso es lo que no logro advertiren vos y lo que más me sorprende es que, aunque no lo veas, sos claramente uno de los argentinos privilegiados –donde me incluyo-.
Pero ojo, no me ofende en absoluto, sólo te lo quiero señalar; pues en la búsqueda de la perfección campea siempre la frustración.
Te mando un sincero abrazo y espero ansioso tu regreso para hablar sobre peronlandia y tomar muuuuucho fernet, fumando a más no poder y hasta que vomitemos todos! Je.
P.D. para Leo: No tengo el “conocimientrómetro”,pero te garantizo que también lo conozco bien a Diego y no estoy esperando que venga para dividir la estadística; en todo caso será para darle un abrazo e ir a pescar.
P.D. para Lorenzo: Coincido con vos, las notas son provocadoras y sarcásticas. Es un lenguaje, no hay nada ofensivo en ello; las estocadas verbales enriquecen ese lenguaje. A mi me gusta discutir, de hecho,vivo de eso.
Un abrazo a todos.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Carta 2
Cual dos grossos estadistas o cual dos escritores profundísimos o cual dos viejos borrachos en un bar, mantengo un diálogo epistolar con el doctor Santi V, abogado penalista y filósofo amateur.
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